En este momento estás viendo ¿Por qué todavía nos da vergüenza ir a una sexshop? Hora de romper el silencio en Arica

¿Por qué todavía nos da vergüenza ir a una sexshop? Hora de romper el silencio en Arica

Es hora de empezar a hablar de placer sin culpa, con libertad, respeto y responsabilidad.

Aunque vivimos en un mundo cada vez más conectado, muchas personas en Arica todavía sienten incomodidad cuando oyen la palabra «sexshop». Se baja la voz, se hacen bromas nerviosas, se cambia de tema. ¿Por qué? Porque durante décadas nos enseñaron que hablar de sexo —y más aún de placer— era algo incómodo o inadecuado. Pero esa vergüenza ya no nos sirve.

La respuesta tiene raíces profundas: la cultura, la educación sexual deficiente, el miedo al qué dirán… Pero también hay algo nuevo: muchas personas están comenzando a cuestionar esos prejuicios, a explorar su sexualidad con más libertad y a buscar opciones más sanas para disfrutar su cuerpo. Y en ese camino, una sexshop no es un obstáculo: es una aliada.

Ilustración de la confianza mostrando a unas personas dándose las manos, para representar el placer sin culpa

El miedo cultural al placer

En nuestra región —como en muchas otras— todavía pesa mucho la idea de que el sexo es solo para procrear, que los juguetes son “cosas raras” o que el placer está mal visto. Esa visión antigua nos ha llenado de culpa, de miedo a hablar, de inseguridad con nuestro cuerpo.

Pero el placer no es un lujo. Es parte del bienestar. Sentir, explorar, descubrir nuevas formas de goce no es solo válido: es necesario para tener una vida emocional y física más plena.

Placer sin culpa: una forma de cuidarte

Buscar placer no es debilidad, es autocuidado. El deseo no se apaga porque cumplas cierta edad o tengas hijos. Tampoco desaparece si has pasado por momentos difíciles. Al contrario: reconectar con el placer —solo o en pareja— puede ayudarte a sanar, a sentirte vivo/a, a reencontrarte contigo mismo. En Belove Arica, muchas personas vienen con esa necesidad: reencontrarse con su intimidad desde un lugar amoroso, libre y sin vergüenza.

¿Qué pasa si te atreves?

Muchas personas que han cruzado la puerta de Belove Arica, nuestra tienda ubicada en el centro de la ciudad, cuentan lo mismo: “No pensé que sería así”. Esperaban un lugar incómodo, oscuro, con gente juzgando. Pero encontraron algo distinto:

  • Un ambiente respetuoso y acogedor.
  • Personas dispuestas a escuchar sin juzgar.
  • Productos de calidad explicados con claridad.
  • Privacidad garantizada.

Y sobre todo: encontraron la libertad de hablar de su cuerpo y su deseo sin culpa.

¿Qué puedes encontrar en Belove Arica?

En nuestra tienda física y online ofrecemos mucho más que productos. Ofrecemos posibilidades:

Todo pensado para que explores sin miedo, con asesoría y con total discreción.

Cuando uno vive con culpa o con miedo al juicio, termina alejándose de partes esenciales de su bienestar. Por eso, en Belove Arica trabajamos todos los días para ofrecer una experiencia donde te sientas libre de preguntar, mirar, elegir y disfrutar sin tapujos. Porque creemos profundamente que el placer sin culpa no solo es posible, sino necesario.

“Pero me da vergüenza entrar…”

Lo sabemos. Muchos llegan con esa sensación. Pero en Belove Arica no se juzga, no se etiqueta. Aquí se respeta. Porque sabemos que cada persona tiene su propio ritmo para descubrir lo que le hace bien.

Y si prefieres explorar desde tu casa, puedes hacerlo a través de nuestra web:
👉 tiendabelove.cl
Con opción de retiro en tienda o envío discreto a todo Chile.

El placer también es tu derecho

No estás solo/a si alguna vez pensaste que estos temas eran “demasiado”. Pero es hora de dejar atrás los mitos, el miedo y el juicio. En Belove Arica creemos que cada cuerpo merece placer, respeto y libertad.

Atrévete a conocerte, a tocarte, a expresarte. Porque el bienestar íntimo también es salud.
Y si estás en Arica, tienes un espacio seguro que te espera.

En Belove Arica te esperamos con respeto, discreción y calidez, para que vivas tu placer sin culpa como parte de tu salud y tu libertad personal.

Deja una respuesta